jueves, 3 de julio de 2008

Ideologías del cuerpo antes de 1950

El paradigma ideológico de la preguerra se hallaba substanciado por la exacerbación del industrialismo y los nuevos mercados, el victorianismo y el nacionalismo enroscados en ideologías de progreso, competencia y dominación, que aplicado a la población mediante leyes e instituciones que ejercían un control de masas riguroso y secular provocaron una desviación cultural, fomentada por el romanticismo idealista de la modernidad, que podemos entender como el alejamiento en el modo de vida de valores espirituales cotidianos y compartidos, reemplazando la costumbre por el contrato, al hombre de carne y hueso por el hombre instrumento, una renegación del cuerpo del otro como ser sensible para pasar a manipularlo como ser explotable, tal deformación de la conciencia llevó a un fratricidio nunca antes visto en la cultura cristiano-romana-germánica. Metonímicamente, evoluciona como un cáncer dentro de sus raíces ancestrales colectivas.
Observemos como eran los paradigmas hasta entonces prevalecientes y el impacto que ellos producían en el uso del cuerpo: marcadores de clase social acentuados, rigidez en ritos de rol, opulencia en el vestir, trascendencia de los negocios, imperialismo, segregación racial y etnocentrismo europeizante, explotación de la naturaleza y áreas coloniales, cero conciencia ecológica, estricto control social coactivo, tecnificación de la educación, disciplinamiento postural del cuerpo, ritualización y protocolarización de las relaciones sociales, estandarización de la familia, condena y exclusión de formas minoritarias de relación como la homosexualidad, el aparejamiento informal, la multigamia, los hijos extramaritales, etc. A nivel hegemónico racional sucedía la primacía de la ciencia sobre el humanismo, la observancia rígida de preceptos religiosos, y una sociología de categorización y patologización de las relaciones sociales. El modo de producción originaba hacinantes concentraciones urbanas de la población, sostenidas a base de controles disciplinarios deshumanizantes. La educación imponía castigos corporales, fijaciones a roles y humillaciones hacia los niños rebeldes o diferentes. La salud culpabilizaba al enfermo, cargándolo de preceptos morales y la psiquiatría además de ejercer irreversibles tratamientos de control sobre los sistemas nerviosos desequilibrados, enjuiciaba comportamientos heterodoxos y encerraba a los extravagantes en prisiones químicas cuando no de chaleco y cemento.
Podemos mencionar decenas más de tendencias de época que constreñían el movimiento corporal y la libertad de expresión, generando una distancia incremental entre el sentir y el hacer en el contacto con los otros, un vacío en la sensibilidad. Y un constante estar al borde de “contravenir la moral y las buenas costumbres”.
La vida cotidiana definida en esos términos genera un sistema inclinado a la neurosis, la intelectualización, el ritualismo, la observancia de preceptos y la exigencia mutua, con pérdida de la espontaneidad, lo espiritual humano y del gozo sincero de la expresión y el contacto, desnaturalizando las relaciones que se vuelven más frías y calculadas, donde lo sentido en el cuerpo no tiene lugar (piénsese en el control social con el panóptico de Bentham y el rol del estado en Foucault).
Fueron necesarias dos guerras masivas para derribar esa matriz socio estructural, el sufrimiento inmediato de millones de personas, las pérdidas urbanas de las comodidades ganadas por el industrialismo, el hambre, la miseria y las enfermedades. Recién luego del agotamiento total de 1945 se minó la confianza en esos patrones de control social.
La gente común tuvo necesidad de reconstruir su vida, su barrio, su familia, buscando refugió en lo simple, lo natural y los reservorios de la tradición: la solidaridad y la reciprocidad. Ese quiebre y las nuevas prioridades hacen el cambio a la postmodernidad y explican la tolerancia, cuando no la aceptación masiva, de los nuevos usos del cuerpo, la sexualidad, el rol de la mujer y, entre otras tantas nuevas prácticas, el nudismo.

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